jueves, 26 de abril de 2012

APRENDER A PERDER (1º PARTE) - por Bruno Ferrari de "Pasión Handball"

Ser entrenador es un camino largo, de aprendizaje permanente y donde hay que incorporar muchas, muchísimas cosas para lograr ser bueno. Un gran entrenador no es el que gana todos los partidos, ser un gran entrenador va mucho más allá de los resultados, sin embargo es de allí que radica una cuestión más que importante, diría fundamental: para ser entrenador lo primero que hay que aprender es a PERDER, hay que experimentar ese sabor amargo, esa frustración, ese enojo y esa desilusión de no salir victorioso.

Saber perder genera muchísimas cosas buenas, por ejemplo es el primer paso para empezar a ganar. Los errores son mucho más detectables en el fracaso que en la victoria, muchas veces las mieles del éxito nos empalagan y no permiten un análisis claro y objetivo. ¿Cuántas veces creemos que porque hemos ganado hemos hecho las cosas bien?. Seguramente que si uno juega bien tiene más chances de ganar, pero aún ganando siempre hay cosas que corregir.

El tema de perder y ganar es en las categorías de base un tema más que delicado. Sabemos que en mayores se juega a ganar, que no hay restricciones tácticas para intentar llevarse los 3 puntos. Entonces es en pos de esa victoria que el entrenador y su equipo direccionan todos sus esfuerzos, si bien en mi opinión el criterio docente no debería desaparecer nunca (Néstor Pekerman en los mundiales juveniles hacía participar a TODOS sus jugadores, combinando docencia y alto rendimiento). 
Volviendo al inicio del párrafo, en las categorías de base la cuestión es mucho más delicada, en estas categorías lo importante es la PARTICIPACIÓN (los chicos DEBEN jugar) y el resultado tiene que estar necesaria y obligatoriamente en segundo y hasta en tercer plano. Lo que debe motivar a un entrenador de Infantiles y Menores no es ganar, sino que sus jugadores/as aprendan y tengan experiencias ricas y que les sirvan para mejorar.

De un tiempo a esta parte la Federación Metropolitana ha implementado reglas específicas y pedagógicas en las categorías de base, que apuntan a lograr un aprendizaje y un mejor desarrollo de los jugadores. Las defensas abiertas y la imposibilidad de defender en forma personal a un jugador específicamente, son medidas que propician un correcto aprendizaje de nuestros futuros jugadores. Juan Manuel Sívori es el máximo exponente de estas modificaciones que celebro y aplaudo.

Ahora bien, existiendo estas reglas y habiendo árbitros para hacerlas cumplir hay gente que se empeña en no respetarlas. ¿Es tan importante ganar en Infantiles?. Se los planteo realmente como una pregunta abierta a ustedes queridos lectores. ¿Es determinante que a los 11 años se pelee un campeonato?. He visto en numerosos clubes pasacalles con nombres de nenes y el del entrenador y bien grande "Campeones Metro Apertura Infantiles", ahora nunca he visto un pasacalles que le agradezca al entrenador por haber formado tantos jugadores, o por haber captado y mantenido muchos Infantiles que nutren sin duda las categorías superiores. El cartel y la victoria distorsionan, la necesidad y la presión de ganar deben aparecer mucho más adelante. ¡Atentos! Por supuesto que la motivación de todos es la victoria, pero es la motivación, no es el ÚNICO objetivo ni una cuestión de Estado.

Este domingo que pasó vi un partido entre dos equipos de Menores, resulta que no sé por qué motivo uno de los equipos solo contaba con 5 jugadoras (2 de la categoría y 3 de la categoría inmediata inferior), el otro con 10 jugadoras. Sin mediar acuerdo o intercambio entre los entrenadores el partido comienza 5 vs. 7, resulta que una de estas 3 más chicas es muy buena. ¿Qué hace el entrenador que tiene 7 en cancha? una personal sobre esta nena con 2 jugadoras sobre la mejor y cuatro atrás para esperar a las otras 3. No pude concebir esta aberración táctica y decidí irme sin ver el final de la historia, pero no pude dejar de pensar en el asunto. Primero que sería correcto que, si bien el equipo que tiene 5 está en falta y deberá buscar sus motivos para explicarlo, puedan jugar en igualdad, o sea, 5 vs. 5. Uds. me dirán ¿qué culpa tiene el otro equipo?. Ninguna en absoluto, es una cuestión de caballerosidad deportiva, a todos nos puede pasar. Yo he visto prestigiosos equipos de Infantiles "A" con 14 jugadores, jugar con menos para equiparar a su rival de turno.

Segundo y más importante, ¿qué pasa por la cabeza del entrenador para mandar dos jugadoras con la mejor rival? ¿cree que eso es ser buen entrenador? ¿o ni siquiera percibe lo nefasto de su accionar? ¿y el árbitro?, ¿cómo no percibe esta situación que es antirreglamentaria?.

Yo creo que es menester de la Federación Metropolitana, una vez sancionadas las modificaciones antes mencionadas, constatar que se cumplan y el método más sencillo es por medio de los árbitros. Pero también debería existir una especie de "veedor"  pedagógico no solo para controlar sino para realizar aportes e intercambiar experiencias con los entrenadores de base.

También sería fundamental la capacitación, yo no me he enterado nunca de un curso, una reunión o una junta de entrenadores de minis, infantiles y menores donde poder discutir e intercambiar experiencias. Quizás este entrenador sea víctima del desconocimiento, simplemente, y no obre con mala fe. Bueno, la Federación no debería dejar que esto ocurra, porque esta situación condiciona negativamente la formación de las jugadoras: la doblemente marcada no puede jugar y las otras no aprenden a defender. ¿Cómo llegan nuestras jugadoras a Mayores si no se las forma en la base?.

Es hora de revisar estas cuestiones y dedicar recursos a la formación y capacitación de los entrenadores, de esta forma todos tendremos un handball mejor. Es mi humilde opinión.

por Bruno Ferrari 
www.pasionhandball.com.ar

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